Es estupendo presenciar la cantidad y calidad de excusas que un ser humano puede empezar a desarrollar para esfumarse literalmente de la oficina, temprano.
Yo creo que ciertos empleados/compañeros podrían desarrollar sin miedo al fracaso un decálogo exquisito de cómo hacer para desaparecer. Y digo desaparecer no en cualquier momento, sino en el minuto exacto.
La operación fuga se huele, se siente. Puedo anticiparlo. Caminadas apuradas, manotazos, energía desmesurada que demuestra “ustedes, ey, oigan, miren todo lo que hago”. Innumerables frases como… tengo que llamar a tal, debo reunirme con, habría que enviarle un correo a…
En un determinado momento, se acerca el ser en cuestión de manera sigilosa, y te dice bajito: “¿vos a que hora te vas? yo me tengo que ir a hacer tal cosa, ¿podes terminarme esto?” mientras te muestra todo lo que está diciendo hace tres horas que tiene que hacer. Y sin vergüenza ajena agrega: ¿me podes cubrir hoy? ¿Vos tenes que hacer algo?. Independientemente de lo que contestes, aunque sea “si, pensaban realizarme una operación a corazón abierto en media hora” el tipo ya no puede abortar la maniobra, y en cuanto menos te lo esperes solo escucharás la puerta de calle.
Y ya, se fue, no existe más, te la volvió a poner otra vez… y cuantas van?
Lo más gratificante es, al día siguiente, observarlo mientras le decís que cuando “justo” se fue él, llamó el jefe… y que solo al escucharte atender el teléfono te dijo… “a que fulano justo recién se fue?”
Yo creo que ciertos empleados/compañeros podrían desarrollar sin miedo al fracaso un decálogo exquisito de cómo hacer para desaparecer. Y digo desaparecer no en cualquier momento, sino en el minuto exacto.
La operación fuga se huele, se siente. Puedo anticiparlo. Caminadas apuradas, manotazos, energía desmesurada que demuestra “ustedes, ey, oigan, miren todo lo que hago”. Innumerables frases como… tengo que llamar a tal, debo reunirme con, habría que enviarle un correo a…
En un determinado momento, se acerca el ser en cuestión de manera sigilosa, y te dice bajito: “¿vos a que hora te vas? yo me tengo que ir a hacer tal cosa, ¿podes terminarme esto?” mientras te muestra todo lo que está diciendo hace tres horas que tiene que hacer. Y sin vergüenza ajena agrega: ¿me podes cubrir hoy? ¿Vos tenes que hacer algo?. Independientemente de lo que contestes, aunque sea “si, pensaban realizarme una operación a corazón abierto en media hora” el tipo ya no puede abortar la maniobra, y en cuanto menos te lo esperes solo escucharás la puerta de calle.
Y ya, se fue, no existe más, te la volvió a poner otra vez… y cuantas van?
Lo más gratificante es, al día siguiente, observarlo mientras le decís que cuando “justo” se fue él, llamó el jefe… y que solo al escucharte atender el teléfono te dijo… “a que fulano justo recién se fue?”
3 Responses to “Operación fuga”
Yo no tengo compañeros que cubrir.
Somos mis tres jefes y yo.
:S
Y antes en la otra oficina donde trabajaba tenía una compañera con la que teníamos el mismo horario pero ella es diseñadora gráfica así q ni mira q se vaya y yo la cubra.
Ademas es muy responsable, y aun estando solas siempre cumplimos horarios.
So...
:D
Tenes mas suerte que yo, evidentemente.
beso
Yo soy un equivalente a un "maestro Ninja" en el devaluado arte de irse antes del laburo, cuento con infinidad de excusas muy creíbles y te puedo actuar los síntomas de casi cualquier enfermedad a tal punto que es el propio medico el que me dice que me valla a casa.
Eso si, solo lo hago cuando no hay nada para hacer, dada la naturaleza de mi laburo en particular, esto sucede muy seguido y no hay mada peor que estar al pedo en el laburo, prefiero estarlo en mi casa.
Besos!!
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Podes decir CASI todo lo que quieras...